Dejas sin querer las comas en cualquier
rincón de los cuartos, si te importan
los sentidos el significado no duerme
en tu regazo para enterarse
de lo que poquito a poco va ocurriendo.
Eres olvidadizo cuando se trata
de los puntos y seguido, entonces te haces
el remolón en los balcones que dan al sur
cuando la fina lluvia de los árboles
contamina con polen lo que apenas
nunca ha existido. Me asusta
cuando vejas el orden delicado
de gramáticas matizadas con la alegría
lozana de años jóvenes en plena
revolución de los sentidos, esos que
los significados evitan en su desvelo.
En resumidas cuentas, la carne de cañón
de un adolescente venido a menos,
los años jóvenes y la simetría de aquellos
fantasmas que nos contaron la distancia
que separa
al amor de los puntos que dan por concluidos
relatos como las vidas de los otros.