Descansan sus brazos en la alfombra
del cuarto, parece derrotada
pero sabes que está preparándose
para la batalla. Se levanta
para mirarse en el espejo, y sonríe.
Busca la colonia del último cumpleaños
mientras besa el vaho entre
los cristales, la luna ocupa
silenciosamente su reservado. Las medias
y la ropa interior de marca
prometen a buen seguro la crema y la miel
de descampados. Ahora los labios,
luego la chaqueta respingona
y amuletos, evitará a sus padres
mientras baja por las escaleras.
los días fértiles contados, igual
que una baraja huérfana de triunfos.
Hace 9 años
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