viernes, 30 de noviembre de 2012

Carretas y rascacielos



Es dura la lluvia que deja el mordisco
de un charco en estas ferias,
entre carabineros y orquestas con sus gorros,
y sus americanas a cuadros.
Es dura como un negocio que se cierra
en un prostíbulo, como la cuenta corriente
que no se da cuenta del viaje que alguna vez iniciaste.
Mírate el filo de tu dicha,
el gancho que conmueve en este astillero
repleto de barcos. Que surcan mares
al son de paseos juveniles bien lo sabes,
es dura como los restos del naufragio
en busca de la tierra prometida.

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