Estás recostada entre cepillos y brillantina,
eres aire de alicates y belleza entre proclamas
de ternura. Y sin embargo me miras
de arriba abajo, como queriendo darte
cuenta de que todo ocurrió de repente,
en un abrir y cerrar de ojos, cuando buscabas
el poema entre estos versos,
igual que ahora miras esos restos de estaño
que en nada se parecen a nosotros.
Hace 9 años
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