Se miran las barricadas como un beso en un estanque
reseco, un lucero de perdices da con las balas
de un octosílabo caduco, ¡y cuántas las formas de morirse!
Hoy recitan las recetas los miembros viriles
de estos tiempos, la sangre en la sien y la caradura
de una vena que revienta, ¡ Bravos los piratas a bordo
en los sueños que ausentan despertares!
Mira lejanos ya los cerros de los hombres, la bestia
que cicatriza las heridas de unos ojos como estos,
¡ Grandes de verdad los versos de tu nombre tierra mía
que cultivas la mariposa y la mentira!
Los besos de un estanque atrincherados como nunca
antes los viste, escopetas en ristre y las ganas
imperiosas sobre el campo de batalla.
Hace 9 años
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