Como los mártires, comparto circo con un León...
Como los místicos, la Gloria solo la intuyo...
Félix Castañar
Siempre existe un templo donde guarecerse,
donde uno puede ofrecer lo que uno es
y no cree aunque sepa que está ahí,
sí es cierto, querido amigo, que a veces
duele. Pero míranos, ahora llega un tren
con pasajeros, el vaho tras los cristales
y la madrugada que nos agota entre legañas,
también hay recuerdos
en esas primeras horas pero no te das cuenta.
o sí, ¡quién sabe!, puede que estén
observando las calenturas, o los biberones
en las cazuelas, y que los trenes no divisan
lo que espera te lo inventas tú,
yo creo, déjame intentarlo, que la imaginación
conquista los espacios reservados
en las distancias y con ellos mantendremos
a flote lo que habremos sido alguna vez
de pasada, todos nosotros.
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