Se caen las hojas de los ojos que nos miran,
como los espejos en las uñas pintadas
hay reflejos de una fiesta, una noche en vela
cuando los vientos dejaron sus huellas
en otras fiestas. Aciertas si besas su mejilla,
si le coges la mano y le acaricias,
cómele la sonrisa a besos y luego una cerveza
en cualquier barra, porque las hojas se caen
de los ojos que nos miran, y los Otoños, dicen,
no vuelven una vez que toman el tren hacia
los tristes días fríos del Invierno.
Hace 9 años
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