Quieres la clausura de este proyecto
que no acaba, emparejada de nuevos
bríos la puerta del vestido llama,
veo los corazones de su ropa
interior , el vello púbico a solas
con la ingle, y tú me hablas de poemas, ¿cómo
el terrazo de estas tierras te ha dicho
tantas mentirijillas y el deseo
no te acompaña cuando arranca el coche
y la soledad es nuestra? Ahora miras
otros horizontes y das ceniza
a los enfermos de pulmón, importa
bien poco si mi mano la recorres
de arriba abajo hasta encontrar revueltas
entre tu clítoris y mis uñitas,
que arañan porque las muerdo por miedo
al cartón premiado, que al suelo tiras
si toca por si la alegría vuelve
a ocupar tus sueños que ahora ya sirven
copas entre los asientos de mi Honda.
Hace 9 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario