Escala el lado oscuro de una montaña,
la pared de la luna sin las marcas
de una ascensión imaginaria,
estruja la almohada con un gas
a destiempo, la baba entre el bordillo
de un sueño y el asfalto,
domingos que mueren cada día
y no te enteras, el desafío del otoño
que vuelve pensando en un regreso
que te aleja, eso es la belleza
cuando parece que declina todo
lo que una vez Denver dijo
que existía en cada huella.
Hace 9 años
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