Como los carruseles que se quedan sin baterías
y no saben qué hacer con los caballos,
como los lápices que pierden la mina y no encuentran
sacapuntas,
como los astronautas que dejan de creer en las estrellas
y tan sólo temen el regreso a tierra,
como las manecillas de un reloj que mira a ruinas
de otros tiempos pasados,
como la mayoría de las cosas de este paraje angosto
reclamando la oportunidad del cambio.
Como lo quieto y lo perplejo, como lo viejo de la juventud
que tiende a morir sin conseguir los objetivos.
Como todo eso que a uno se le ocurre en vísperas
de un viaje interminable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario