Por favor, cierra la puerta del porche
y ponme otra cerveza,
da de comer a los caballos
que duermen plácidamente en el establo,
apunta con tu dedo a la puesta de sol
sobre la meseta, huele los huevos
revueltos y las salchichas
que la cocina invita a comerlos,
llama a las puertas del cielo mientras
recoges tus alforjas y abandonas los caminos
que te llevaron una vez
a casa.
Hace 9 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario