Las cenizas no se limitan a ser un residuo: son un claro recordatorio de lo caro que se pagan los errores, un doloroso monumento a lo que nunca se ha de recuperar.El propio ánimo se tiñe de gris, y el horizonte se vislumbra sucio y ceniciento.
Las cenizas no se limitan a ser un residuo: son un claro recordatorio de lo caro que se pagan los errores, un doloroso monumento a lo que nunca se ha de recuperar.
ResponderEliminarEl propio ánimo se tiñe de gris, y el horizonte se vislumbra sucio y ceniciento.