Se desnuda en la orilla de la playa
y no piensa en la enfermedad de las olas
ni en las catástrofes de las ausencias,
con simpleza ronronea, acaricia la arena,
recuerda versos que encontró
en el mercado. La playa hoy está casi
vacía, se han ido a sus casas
los veraneantes, se puede el viento
oír mezclándose con ninfas elegantes
del océano, se acortan los días de los otros.
Se crece de pasada, piensa solitario,
se crece de pasada por si alguien se da cuenta
de que te has vendido a las palabras.
Hace 9 años
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