Siempre uno vuelve
a su carretera secundaria,
igual que el viajero
regresa de la ausencia,
de la misma manera
que se espera la tormenta.
Siempre uno vuelve
sin rencillas ni sabores
novedosos,
sobre unas huellas de manzana
ya madura,
el rastro dejado atrás
de los deberes.
Siempre uno vuelve
a su carretera secundaria,
viajando en vagones de tercera,
tras la ventana el ruido
quedo del regreso.
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