Con los sueños de los hombres las luces
de las ventanas juegan a días de pérdida,
un pecho desnudo suda los calores del verano
atrás quedan los olores a horno y microondas
luminosos. Llantos de niños en cuartos
destartalados mientras los coches por la avenida
pasan. El polen de la estación entrega alergias
a barrios a oscuras repletos de luces de bajo
consumo. Patrulleros de madrugada azules
al son de bromas populares, lenguas varias
en bolsas de basura repletas de lo que mucho antes
desechamos por baratas.
Un texto en portales oscuros, en panaderías cerradas
a cal y canto,
en breves monedas de luces en huchas
como ventanas de paso.
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