jueves, 21 de mayo de 2009

Apollon (VI)

Cuando nació, sus padres estaban mirando tras las ventanas de un piso en una ciudad de provincias. No sabían muy bien hacia dónde dirigir la vista; las azoteas de los edificios colindantes, los hilos telefónicos entre postes de madera, los pequeños transeúntes rellenando las aceras de sueños y prisas. Apollon nació sin meter ruido, sin un sólo sollozo, simplemente apareció de la nada para rasurar con su sensibilidad lo que quedaba por contar.

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