miércoles, 15 de julio de 2009

June (X)

Tendrían que pasar muchos años para que June diera realmente valor a sus años en Mendoza. Todo lo que allí aconteció se erigió como la punta de un iceberg que acabaría anegando el resto de su vida. No era amiga de la violencia, ni tan siquiera de infringir dolor aunque estuviera justificado. Pero en esos tiempos todo tenía su razón, su puesta de largo sin ningún tipo de compromiso. June sabía que eran momentos claves y así los interpretó. Cierto que rodaron cabezas, que hubo humillaciones y el sufrimiento impregnó las luces del alba. Y si Dylan estuvo presente en algún momento nadie supo realmente la razón.


June conoció a Denver realmente cuando ocuparon su vivienda en Mendoza. También conoció los entresijos del caminar cansado con los que se escribe la Historia. En definitiva, Mendoza fue la encrucijada necesaria para poder continuar por el camino que se suponía.



sábado, 11 de julio de 2009

Horizonte Ceniza (XVII)

Sólo se desgastan los años si se abandonan en el recuerdo equivocado.

martes, 7 de julio de 2009

Denver (XI)

La primera vez que se tragó una espina tenía diez años. Y fue la primera vez que pensó en la dureza que le depararían los años y en los dolores de garganta venideros. Ellen le cogió por los hombros y le consoló ante el dolor que experimentaba. Intentaron extraer la espina sin éxito. Aart decidió salir en busca del médico y al rato llegó con su maletín de terciopelo y su aire de ídolo de masas.

Pasarían los años pero Denver mantuvo la entereza en cada nuevo plato de pescado que le servían en los restaurantes y banquetes. Desconfiado, diseccionaba los lomos de los peces cocinados como queriendo encontrar en ellos lo que más adelante su amigo Apollon le contaría sobre lo desconocido. Eso que existe mucho más allá de las últimas palabras.