jueves, 20 de septiembre de 2012

Credo



No pienses que esto es una ruina, las ruinas son de piedra y de cemento. La madera, el roble imponente no se arruga, como tú haces pellas para no besar a la luna. Te escapas de la villa, se sumerges en los mares de coral y te sientes un cuerpo desnudo sin bañador. No he entendido nunca tu pavor por los astros, rehuir la mirada de todo lo celeste. En cambio, entiendo que tengas miedo, que veas como los días estos de Octubre capean las luces del verano, que pasó por nuestras vidas y se llevo los corazones. Pero por favor, no pienses en las ruinas, las ruinas son piedras y cemento, y nosotros somos madera húmeda que circula a zancadas por los caminos no transitados que nosotros mismos elegimos.

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