miércoles, 27 de octubre de 2010

Reconstrucción (XII)

Se dejan en los autobuses haciendo gestos de despedida con las manos. Los deditos que aun pasando frío no sueltan las mochilas cargadas de víveres y recuerdos. El alboroto de lo desconocido, quizá del definitivo abrazo que incluso olvidará cuando el tiempo pase.

Se dejan en los autobuses las autoestimas y el trabajo, los prejuicios y los traumas mientras arranca el motor sin contemplaciones de ningún tipo. Mirando los rostros el soleado cielo ensombrece el frío de la tarde.

Se dejan en los autobuses lo que las lecciones de moral no pueden profanar, esto es, el idealismo de unos chicos de provincias que todavía se atreven a creer en el cambio lento de la vida, a base de dosis de suicidas iniciativas.

1 comentario:

  1. Se abandonan los ideales de juventud mientras el autobús atraviesa la noche, rota de farolas amarillentas y cenicientos polígonos industriales.

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