viernes, 8 de octubre de 2010

Reconstrucción (II)

La realidad se vuelve un cuento para infantes jugando en salones amplios, con grandes ventanales que permiten ojear los bosques en algunos casos, los grandes edificios cosmopolitas en la mayoría de las veces. La realidad de los zapatos de tacón que dejan pequeñas marcas en las alfombras de las estancias.

El señor de los sueños y las pesadillas cotillea en las viviendas residenciales, se apoya en las verjas y orina cuando nadie está fisgando. Y compromete a la realidad a juegos obscenos y sexo pornográfico con los pies descalzos, en habitaciones vacías, sobre el suelo conquistado de madera.

1 comentario:

  1. Nos envanecemos de conocer la realidad, cuando apenas vislumbramos cuatro hilillos rebeldes que se desprenden de su trama.

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