Cuando su abuelo le preguntó sobre un mundo sin trenes, ni vías, ni distancia, Denver se derrumbó y vomitó toda la merienda. Eran sus catorce años los que imaginaron el futuro sin todo eso. Fueron sus catorce años los que se despeñaron ese día y no supieron encontrar el camino de vuelta hacia la cima.
Hace 8 años
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