jueves, 24 de julio de 2008

Denver (VI)

Está sentado, como siempre, a solas con la luna. El camión de la basura aún no ha pasado y el tenue deambular de los gatos augura recogida de bolsas destartaladas. Se oyen voces de vecinos y zumbidos de aires acondicionados. Se divisa a lo lejos un tráfico de coches que apenas sí ha nacido y ya se está muriendo. Denver se pregunta por la distancia, por las fotos de las revistas de coches usados. Le resulta extraña la pereza de un astro que siempre le contempla. La luna en la terraza recita versos en su exilio prolongado.

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