Es hora de asumir con entereza la derrota.

es hora de ir en el pliego de las velas,

es hora también de la cerilla consumida,

de escaparates vacíos de gente

de los the end de las proyecciones,

es hora de asumir con entereza la derrota.

es hora de asumir que no se aporta más nada

es hora también de la decepción en los otros

de mis rasgos que se irán olvidando en memorias

de amigos y amantes que creyeron en mi discurso,

es hora de asumir con entereza la derrota.

es hora de los periquitos en sus jaulas

es hora también del olvido en el paso de los trenes

del deseo que uno pide escuchando a calamaro

de los que recolectan cartas de amor en blanco

es hora de asumir con entereza la derrota.

es hora de las tijeras renegadas de su filo

es hora también de la mujer en el reflejo

del historiador que no mira el pasado

de los que trabajan por cuatro duros y aún sueñan

es la hora de asumir con entereza la derrota.

es hora de intentar entender todo lo vivido

es hora también de la ausencia

del explorador venido a menos en su intento

de dar con la clave de las postreras palabras.

es hora de asumir con entereza la derrota.

Es hora de asumir con entereza la derrota,

es hora de asumir con entereza la derrota.