sábado, 30 de julio de 2011

6131A (I)

Si buscas el sol tras varios meses de lluvia has de llevar el chubasquero junto a ti, pues no hay nada más traicionero que un sol solicitado únicamente por necesidad. Eso solía decir mi padre, que no era mi padre, y nada más salir de la ciudad camino a la luz de Castilla volvió a recitar el aforismo que inventó no se sabe cuándo. Mi madre, que no era mi madre, ponía los ojos en las nubes, recordándole lo difícil que era aguantarle cuando se ponía sentencioso y retórico. Yo simplemente no le hacía caso, miraba pasar los olivos y los terrenos arcillosos al son de los ciento veinte kilómetros por hora, me bastaba el rodillo del paisaje que se aleja mientras mi iPod iba apuntalando recuerdos con la banda sonora que descargué días antes en casa. Realmente la música la buscaba mi padre, que no era mi padre, apenas me dejaba asomarme a su estudio plagado de libros, comics y ese ruido ensordecedor que hacen los ordenadores que necesitan sustituir alguna de sus piezas por otras más modernas...

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