viernes, 15 de julio de 2011

Grúa de Piedra

Déjame contarte como llega el septiembre,

como la memoria ostenta el título de poema

del mes, así han de ser las cosas querida mía,

igual que los árboles son termómetros en enfermos

de excelencia, lo mismo que ocurren los astros

y a millones de millas mueren los recuerdos,

así llega el Otoño y nosotros en sus vagones.

Creo que puedes deshojar las margaritas si te atreves

con la oscuridad y los retazos de manos ajadas,

sabes que el paso del tiempo somos tú y yo, amor mío,

pero reniegas cuando visita los días laborables

y estorba tus quehaceres, se entromete en tus hojas

de cálculo y te da un toque en la espalda que te hace

saltar de la silla del despacho.

Como el amor construyes algo que no dura, corrientes

de luces se lo llevan todo a su paso hasta dejar

a oscuras los edificios del barrio. Somos grúas de piedra

en un rescate con marejada, grúas de piedra

con arrugas que van echando de menos el ritmo

del verano.

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