miércoles, 23 de mayo de 2012

Mamá no ha de saberlo. Derrumbes de minerales

Si es una despedida entre las luces

mamá no ha de saberlo,

que se confundan ya las amapolas del paseo

con muestras gratuitas de ajustes

de cuentas en hospitales de provincia.

Mamá cuando era joven compraba panes

envueltos en cartones estampados,

y era tarde pero Denver sonreía mirando

los pasteles. Que mamá no sepa cómo

fueron las cosas, cómprale unos pasteles,

sintoniza la televisión

de su cuarto y que descanse recostada

en esta víspera de fiesta.

Mamá no ha de saberlo, que hay estrellas

en vasos de plástico, que dejaron sus llaves

en el rellano, que Denver

dejó de respirar llamando a la puerta.

Mamá no ha de saberlo.

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