jueves, 31 de mayo de 2012

De las afueras

Es una chica de las afueras, de esas que ensucian la mirada del paisaje, que se cambia las bragas cuando las chimeneas humean en la fábrica, de esas en las que puedes ver el mapamundi en el ombligo o en sus brazos musculosos. Es una chica de las afueras, de un centro que ensucia a las criaturas, que en los sueños se sienta como en un banco que cerca un parque. Es de metal y de recuerdos, está articulada con supermercados sin ofertas. Es una chica que no elige el sujetador en los escaparates, que busca medias y encuentra carne, que sufre las alturas pero se pega el lote en las norias. Es una chica de las afueras, que riza el rizo en la calvicie, que debe dinero a los arbustos, que sabe destripar los hongos de los montes antes de la noche. Es una chica de las afueras, una chica de las afueras cuando las afueras conquistaron las carreteras secundarias.

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