lunes, 27 de agosto de 2012

Verdades y mentiras


Muérete de asco en la cuneta, pero mira al cielo y dime si dicen la verdad los agoreros. Ponte triste mientras las nubes encapotan las estrellas, pero dime si los nubarrones de esos hijos de puta que generan números son capaces de oscurecer nuestras ganas de cambiarlo todo.  Patalea en el preciso momento en el que los señores de la guerra justifican esta penuria, pero mira nuestras manos y dime que son suficientes para amasar la fortuna de estos sueños. Ve cavando la fosa por si no hay mañana cada vez que los números no cuadran y las barbaridades se siguen mostrando en los periódicos, pero a la vez dime si los besos en la noche te siguen erizando el vello sobre la tela de estas huellas que nos llevan por caminos que hemos elegido. Saca las armas del armario y compra balas ahora que nos roban el futuro, pero mira este refugio contra la tormenta y dime si de verdad estás dispuesta. Dime si en realidad estás dispuesta a arrodillarte ante sus botas embarradas aunque las disimulen con dólares y euros. Si en realidad podemos iniciar la batalla sin aliados y nuestros hijos puedan crecer con el orgullo intacto por unos padres que lo intentaron. Dime, de verdad, si rendirse ante este espejismo que trae el hambre y la ideología de los tiempos pasados es una opción que contemplamos. Ahora te entrego estos libros, estos discos que las radios no divulgan, estas palabras que casi nadie conoce, dime si con esto no podemos besarnos sin sentirnos culpables, sin tener que mirar a escondidas la belleza de este parque, de este pelo, de estas montañas insensibles a desviaciones económicas, dime si el aeropuerto alguna vez fue tan hermoso.

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