martes, 20 de diciembre de 2011

Restos de un poema de amor. La feria llega a la ciudad y abandona el barco

La feria abandona la ciudad y queda el naufragio
de unos ojos que se miran, ahora
te explico los catarros de un invierno
en donde no me acompañaste, pero da lo mismo,
imagina que permanece el charco
del inicio del Otoño y somos jóvenes,
imagina ahora que hay marejada en el centro
de la ciudad y compramos un barco
y estudiamos las islas en las cartografías
de cuerpos desnudos, tú sabes
las miserias que en ellos emergen si te fijas,
velludas escenas de deseos
entre flujos de ocasión y labios ajados
por lo traumático del accidente, recuerda
que la feria abandona la ciudad y queda el naufragio,
ahora céntrate en las manos, las tuyas
y las mías, y mira el terreno seco donde
las tiendas hicieron suyo el cielo iluminado,
conviene con recelos medir la distancia que hace
de nosotros aspirantes
a metas destartaladas por las olas y las corrientes,
por tu cara creo que no entiendes
que el naufragio quede cuando abandona la feria
la ciudad, si te explico quizá no vuelvas,
callarse moverá los hilos que hacen que la noche
que nos habita dure el orgasmo
de tu huída hacia tierras de secano despistadas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario