sábado, 25 de febrero de 2012

Cuando uno se rinde.La feria llega a la ciudad y abandona el barco

Cuando uno se rinde
la feria abandona el pueblo y busca atardeceres
lejos de la derrota, las ventanas del vecindario
ya no importan, y son las persianas las protagonistas
del naufragio, hay pájaros sin pico
con gabardinas cuando uno se rinde.
Llega el tiempo de la página que pasa despacio,
de abandonar los ojos de la chica triste
o el chico que sueña con sueños imposibles,
no tocan los cartones de la tómbola y sientan
mal los calamares fritos del mediodía.
Cuando uno se rinde, es verdad, busca
entre el gentío a Mika y Spencer ensoñados,
y solo encuentra versos en la sima
de los corazones.

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