jueves, 2 de febrero de 2012

Sin título.

No, los amantes no abandonan la noria
a las primeras de cambio,
dejan, eso sí, los paraguas cuando más
fuerte es el aguacero, humedecen
los sueños hasta coger resfriados, entonces
la fiebre y la tiritona, los días
en cama y la televisión a lo lejos. Pero
no se bajan de la noria, a pesar
de la basura catódica y los aires
dóciles que al final acaban por llegar. los amantes
de las cimas imposibles, esos que en la dicha
cuentan sin aliento el paso de los días
y en las caricias depositan el futuro
sin verbos auxiliares.
No abandonan la noria los amantes, por si acaso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario