viernes, 12 de agosto de 2011

Contrasentido

¿Cómo se recupera la voz que antes uno tuvo?,
la que era dócil con los versos, las rimas y el ritmo
de composiciones crepusculares. ¿Dónde se encuentran
ahora esas palabras armoniosas que como
jilgueros dejaban su canto? No son sencillas
las casas como fueron hace años, con sus cuatro
paredes empapeladas y las luces muertas
en el salón y la cocina. ¿Cómo las habitaciones
deambulan por las voces del pasado y nadie
es capaz de oírlas?. ¿Cómo lo que ocurre
se detiene y se entierra en una zanja? ¿Hacia dónde
lo olvidado se dirige y en qué paraje perdido
espera la memoria?

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