miércoles, 3 de agosto de 2011

Fin del verano

Como los carruseles que se quedan sin baterías

y no saben qué hacer con los caballos,

como los lápices que pierden la mina y no encuentran

sacapuntas,

como los astronautas que dejan de creer en las estrellas

y tan sólo temen el regreso a tierra,

como las manecillas de un reloj que mira a ruinas

de otros tiempos pasados,

como la mayoría de las cosas de este paraje angosto

reclamando la oportunidad del cambio.

Como lo quieto y lo perplejo, como lo viejo de la juventud

que tiende a morir sin conseguir los objetivos.

Como todo eso que a uno se le ocurre en vísperas

de un viaje interminable.

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