viernes, 14 de octubre de 2011

Acoso

Yo no quiero que se acabe esto

de recordar y haber vivido,

prefiero la mandarina sin la piel

que habita entre mis dedos,

quiero, bien lo sabes, permanecer

en algo de tus ojos,

como buen náufrago diviso la isla

de los cocos y arroyos,

pero, ¡ves!, sigo desojando

la margarita en Nuevo México,

estoy borracho y no hay pétalos

más hechos a tu ausencia

que esas bromas que me provocan

una erección a media tarde,

y la conexión de banda ancha

no respira.

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