viernes, 28 de octubre de 2011

Inicio de París y alrededores

Era todos los mundos conocidos,
se tendía en el patio interior de nuestra casa
con los pechos desnudos,
los vencidos vecinos se asomaban
desde ventanas inexistentes y cambiaban
de postura a cada rato, las braguitas
en los tendales adelantaban las noticias
vespertinas, era todos los mundos
de nosotros los más jóvenes que salíamos
a paja diaria en busca de un poema
que lo iniciara todo. Era un mundo
desde el pubis hasta los confines
que definían sus labios de espera,
a veces mi madre me vio con las manos
acariciando las sobras de mis granos,
mis desazonadas muestras de supervivencia,
caricias de algo joven que se intuye
y de repente la luz evapora, dejando
al descubierto la realidad iconoclasta
que era entonces y era todos los mundos
conocidos su manera comercial
de vender su cuerpo con vistas a la calle,
la banda sonora, Los Secretos,
con dos pequeños poemas el mundo será mío,
el mundo conocido inexplorado.

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