domingo, 13 de noviembre de 2011

Carta abierta de pasada. La feria llega a la ciudad y abandona el barco

Siento que los cipreses
son alargados pero que no
tienen sombra, Delibes
mentía desde sus comienzos
y creímos sus mentiras
entre libros y ceniza.
Supongo que todo influye
en un paso tras paso,
bajo las estrellas del camino
o la senda del cielo,
la mochila que de crudo
intento se rinde
a la evidencia, hoy recuerdo
los acordeones
y la vida de pasada. Siento
en las antípodas
el poema perdido que
durante muchos despertares
dormitaba en mi regazo,
ahora templo los hilos
de otra cosa, de otro tiempo.
Siento que era joven
pero lo eran más mis padres,
últimamente son ellos
la guía en la travesía,
donde todo va cuadrando,
haciendas de serenas
decisiones inconclusas,
es Mika ya muy lejana
la que entraba en la cocina,
aireaba mi nuca, dejaba
para mañana el hoy
inconcluso del presente.

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