viernes, 11 de noviembre de 2011

Reprise. La feria llega a la ciudad y abandona el barco.

Hay cosas por hacer que no resuelven ecuaciones
pero calman los granos, el esperma estéril,
la espera de un próximo estío, hay de verdad
de la buena coloquiales posturas que invitan
a un concierto, a una raya del horizonte, a una
cena entre dos desconocidos. Hay de puertas
hacia dentro exteriores panorámicos
y olores que traen lo que no se puede recuperar
del pasado, sombreros de copa en tabernas
con serrines diversos, marionetas eléctricas
en los buzones de correos. Oyes una harmónica
y se destartalan las ganas, la atracción
de los cuerpos desnudos y tatuados al son
de tintas incoloras, malditos años que se atreven
a aguantarte la mirada, los postizos
en los dientes, en las sonrisas y carcajadas
insensibles a los poros abiertos de las palabras.
Sabes que se van cerrando los puestos,
estás guapa bajo la luz de la luna, Denver
hace tiempo que murió,
apura la cerveza y vayámonos a casa.

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