viernes, 15 de junio de 2012

Fijarse en las lápidas de tu corbata a cuadros

Fíjate en las hojitas de una oficina plagada de futuro

abono, de ciertos aires de eternidad

que ni tan siquiera se puede dibujar con una sonrisa

ni con las pecas que el verano nos cultiva.

Fíjate que el vacio rasga las paredes modulares,

no habrá una sola esperanza de triunfo

en el fragor de la batalla, es de lejos

una derrota anunciada en las cuentas corrientes,

trompetas de la muerte

y despachos que son sarcófagos intrahistóricos.

Fíjate que no estarás aquí, que no hay culo

en escalera que resucite lo que ahora parece

interminable.

Fíjate que todo pasa, que no hay lugar para

la carne y los tejidos, que no hay decentes

ofensivas a estos artes que no se reconocen

en mis ojos.

Fíjate en estos leves abandonos de los días que pasan.

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