lunes, 11 de junio de 2012

Mazinger no vive aquí

Cuando los muertos se transforman en nombres

sin apellidos.

cuando los neumáticos se aferran a las luces que no cesan,

cuando creen en ti los descampados,

cuando una muñeca arde entre el gentío,

cuando el cuándo es el cómo y el por qué es un espejo,

cuando los juegos de palabras cansan,

cuando la arqueología rechaza su prestigio,

cuando me quieres y lo demuestras con tortilla

recién hecha, con un ramo de flores de once sílabas,

cuando las vísceras de los polígonos industriales cierren,

cuando hay un avión que revienta,

cuando reviente un avión que siempre estuvo,

cuando sale Dylan a las nueve de la noche,

cuando el corazón bombea un país desconocido,

cuando odias la botella de plástico

y el borracho cierra la comunicación en la madrugada,

cuando Mazinger quiere ser Superman

y detesta su metálica sonrisa,

cuando Dylan sale al escenario y el pasado

está enfrente y no a tu espalda,

cuando Dylan sale al escenario y no hay

arte capaz de convertirme en lo que tú

una vez

quisiste que fuera y esperabas,

cuando Dylan haya muerto y mis huellas no conserven

las arenas de esta playa,

cuando mi obra maestra deteste a todos vosotros.

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