domingo, 18 de septiembre de 2011

Autodefensa

Sientes sobre el texto la hermosura de la dicha,
en cuatro renglones inconclusos hoy me pierdo
en busca de un regazo, de algo tierno que
llevarme a la boca, un bizcocho o quizá
una galleta cubierta de chocolate y crema
de naranja.
Mientras el deseo aflora, el perro que se lame,
el árbol contra el viento, las horas
que se asoman a la ventana de mi cuarto
como si no pasara nada.
Un ascensor que hace ruido y sube acompañado,
pues todos en nuestra senda
marcada
creemos que lo que cambia no tiene que ver
con nosotros. Al fondo duermevelas
y televisiones que suenan a lo lejos, es domingo
en mi ciudad y sueño con descampados.
Vuelvo la página del revés y encuentro un eco
con cariños ya marchados.

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