miércoles, 14 de septiembre de 2011

Canción

Deja lo de hoy para mañana, amor mío,
acompaña los caballos a pasear en la pradera,
que el doctor, el cura, el escritor furtivo
se encuentran a media hora en la carretera.
Por la noche enciende las candelas en lo oscuro,
huele con delicadeza la cena de ganso y pan,
alimenta a los perros cazadores de tormentas,
la lectura de la sobremesa ha de esperar.
Morirás en mil novecientos diez,
regalando las tierras de verso y fiesta,
de cristianos empobrecidos por la sencillez,
del orgullo, del genio, del escritor profeta.

Tolstoi muere en una estación de tren,
donde acaban por derivar mis versos,
Tolstoi muere en una estación de tren,
hay héroes en los tiempos como esos…

Cuida de tus hijos e hijas del ejército vital,
ahora que la gran novela está acabada,
ignora con desprecio a Sofía, qué más da,
cenizas quedaran de toda esa historia familiar.
Encierra las armas, las cartas, las borracheras,
en un cuarto oscuro, prepárate la miel,
transcribe con tus hijas lo que quieras esconder,
la historia te permitirá nuevas veredas.

Tolstoi muere en un estación de tren,
donde acaban por derivar mis versos,
Tolstoi muere en una estación de tren,
hay héroes en los tiempos como esos…

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